Parque militar nacional de Gettysburg
Rinda honor a los caídos en el campo de batalla más famoso de la Guerra Civil
Si existe un lugar donde habita el alma de los Estados Unidos, seguramente está en los campos de batalla de Gettysburg. Allí, en julio de 1863, los ejércitos de la Unión y de la Confederación chocaron en la batalla más sangrienta que se haya librado en suelo estadounidense. En los tres días que duró la batalla, más de 51,000 hombres murieron, resultaron heridos, fueron capturados o desaparecieron (casi un tercio de quienes combatieron allí); cuando estaba todo dicho, el alguna vez imparable ejército de la Confederación fue obligado a retirarse. Si bien la Guerra Civil se extendió por dos años más aproximadamente, sin dudas Gettysburg fue el punto de inflexión. El sur nunca más montaría una ofensiva de tal magnitud contra el norte.
Cuatro meses después de la batalla, Abraham Lincoln leyó las breves palabras de su discurso de Gettysburg en homenaje al Cementerio Nacional del campo de batalla, donde fueron enterrados 3,555 soldados. En la actualidad, las 2,428 hectáreas de tierra del campo de batalla se encuentran protegidas como parque nacional, con más de 1,400 estatuas, monumentos y cañones que señalan casi 42 kilómetros de avenidas que pasan por los sitios más legendarios del campo de batalla, incluido el cuartel de mando provisorio de Robert E. Lee, Cemetery Hill, y el campo donde el general George Pickett y 12,000 soldados de infantería salieron a la carga contra las líneas de la Unión, provocando más de 5,000 muertes en 50 minutos.
La conmemoración de los días del patrimonio de la Guerra Civil de Gettysburg se lleva a cabo en la semana alrededor del cuatro de julio. Guardaparques y destacados investigadores sobre la Guerra Civil realizan conciertos, conferencias y visitas, campamentos basados en la historia e incluso un casamiento al estilo de la época de la Guerra civil; sin embargo, la principal atracción son las escaramuzas recreadas cerca del parque por voluntarios vestidos con los colores gris de la Confederación y azul de la Unión. Tómese un momento tranquilo para recordar las palabras del coronel Joshua Lawrence Charmberlain, cuyos voluntarios del 20.º regimiento de infantería de Maine contuvieron el flanco izquierdo de la Unión en Little Round Top, y así contribuyeron a cambiar completamente el curso de la batalla y de la guerra. En 1889, al dedicar el monumento a sus tropas, dijo: “En las grandes hazañas, siempre se deja algo. En los grandes campos, siempre algo se queda. Las formas cambian y pasan; los cuerpos desaparecen, pero el espíritu continúa para consagrar la tierra donde habita el alma... Generaciones que no nos conocen y que no conocemos, arrastrados por el corazón para ver dónde y quiénes sufrieron e hicieron cosas por ellos, vendrán a este campo inmortal para reflexionar y soñar.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario